El 2 de abril, se hacía en Astrolabio un repaso a la casta política (ver artículo “Políticos”), que terminaba así:
“Es desastroso para el estado anímico de un país que sus representantes públicos engañen, mientan, prevariquen y roben sin que sus acciones tengan consecuencias. Se mueven en la impunidad porque hemos permitido que se nos domestique hacia la pasividad y el fatalismo. ¿Hasta cuándo?”
Hasta el 15 de mayo. Ese día, por fin, una parte esencial de la sociedad, los jóvenes, salieron a la calle para oponerse al cinismo y a la deshumanización de un modelo social que convierte a sus miembros en esclavos empobrecidos, atemorizados e impotentes frente al poder de los partidos, que invaden todos los ámbitos de la vida; su sometimiento al dinero, y la miseria moral de los sindicatos y otros estamentos. Todos ellos conchabados para arrebatar a los jóvenes su futuro como adultos, y a los viejos, la tranquilidad económica y el apoyo en el último tramo de la vida. Y en medio, parados o trabajadores en peores condiciones que nunca, acogotados por los impuestos, aterrados por la perspectiva de perder el empleo.
Por fin, los jóvenes han levantado su voz, secundados por gentes de toda edad que también consideran imprescindible regenerar esta sociedad gansterizada; gentes que ya lucharon contra la dictadura franquista, y reconocen en la sociedad actual la dictadura de un puñado de incompetentes y de ladrones, con el agravante de que somos nosotros mismos quienes los pusimos y los mantenemos en el poder con nuestro voto.
Los partidos aceptan como mal menor que se vote a otras formaciones, pero que se vote, porque así se apuntala el modelo que les permite mantener las riendas, comprobar que se sigue apoyando la partitocracia, y maquillar con las promesas habituales lo que no tienen intención de hacer:
Derogar mediante referéndum la desastrosa Constitución vigente, que no dio opción a elegir entre la monarquía impuesta por Franco y la República; acabar con los reyezuelos de las Autonomías y su corrupto clientelismo; cambiar la ley electoral; listas abiertas de candidatos, que se responsabilicen de los problemas de sus electores; investigación y penalización por lo robado; separación de poderes; un Tribunal de Cuentas independiente y honesto; limitar el tiempo de los políticos en ejercicio; financiación de partidos y sindicatos con las cuotas de sus afiliados, o con donaciones transparentes, y no con el dinero de todos. ¿Por qué los bancos, que echan a la gente de sus casas, perdonan a los partidos préstamos millonarios? Porque se beneficiarán de leyes y disposiciones emanadas del Congreso de los Diputados y del Consejo de Ministros, para seguir ejerciendo la usura desmedida, negar préstamos a familias y pequeños emprendedores, y recibir dinero público que les permite seguir pagando sueldos y primas millonarias a sus directivos y consejeros, entre ellos antiguos políticos, recompensados con un cargo por haber beneficiado los intereses del gran capital, y para aprovechar sus conexiones con Gobiernos y magnates.
¿Qué es un político profesional? Un inútil, dentro y fuera de sus formaciones. Se reparten cargos y prebendas, se reconocen entre ellos como casta, y escenifican de cara al exterior censuras y autojustificaciones. Incapaces de hilar un discurso inteligente, nos vomitan encima consignas y juran que los corruptos son los otros. Y se indignan cuando se cuestionan las decisiones de jueces a los que ellos mismos han puesto en sus cargos para que les obedezcan, o el uso de la corrupción o del terrorismo como argumento político, que ven como un atentado a su honor, un honor que perdieron hace mucho, si es que alguna vez lo tuvieron. Pero no se indignan por la situación desesperada de los ciudadanos, por el país arruinado y endeudado que costará generaciones levantar.
Y sus mensajes los transmiten los medios de comunicación, mayoritariamente controlados y financiados por partidos políticos y fondos de inversión, con intereses bien definidos.
“¡Indignaos!” (contra la indignidad), ha aconsejado a los jóvenes Stephane Hessel en el invierno de su vida; que un nonagenario haya sido capaz de inspirar tal movimiento reivindicativo, demuestra que la separación inducida entre generaciones es una treta para debilitar a la sociedad en su conjunto, aislando la energía y la ilusión propias de los jóvenes, de la experiencia y la entrega de viejos resistentes, que al unirse en unos ideales colectivos humanizarán la vida de este Planeta controlado por depredadores.
Sólo era cuestión de ponerse en marcha; el primer paso es siempre el más difícil, y ya se ha dado; ahora, que ningún profesional de la “sopa boba” se apropie del camino a recorrer, para llevarlo a una vía muerta. A los que intentan instrumentalizar el movimiento 15-M, habría que preguntarles qué han hecho en los últimos treinta años, además de vivir del dinero público, para dignificar la vida de los ciudadanos.
Como miembros de las polis, hay que profundizar en la política para llegar a una democracia real, participativa, y desechar las doctrinas que han convertido a los partidos políticos en religiones, elevando a sus líderes a los altares. ¡Qué circo!
Hay que indignarse, pero con educación; mostrando más cortesía hacia los imbéciles de la que han tenido ellos, al subestimar a partir de sus propias carencias la integridad, la inteligencia y la pasión de los demás.
¡Buen camino!
Carmina Fort
Caminando
9 years ago
Gracias por tu impulso y tu claridad! Volvamos hoy también a sol!
María
9 years ago
Por fin una chispa que enciende la llama que ilumina la esperanza de una realidad nueva y posible. Ahora, como bien dices, que ningún profesional de la política trasnochada, se apropie del camino a seguir para llevarlo a la via muerta. Este modelo injusto no puede perpetuarse, y entre los jóvenes de Sol, estamos otros de más de 50 años, alegres e ilusionados por su iniciativa, decididos a apagar la televisión, a levantarnos del sillón y a compartir la tortilla en la plaza.Ya va siendo hora de manifestar nuestro descontento contra tanta falsedad, mentiras, abuso de poder, impunidad, manipulación y miedos inducidos, por este sistema que apesta a rancio. Ya está bien de consentir o contribuir a la pobreza de tanta gente en el mundo. No puede ser. Todos somos responsables y tenemos que participar en el desarrollo de un mundo más limpio y solidario, donde también se tengan en cuenta las necesidades espirituales de los hombres y las mujeres, que no sea el materialismo el Totem que nos está destruyendo, y aniquilando nuestros impulsos vitales… Gracias a Stephane Hessel y a todos los que tienen sueños y los creen posibles y los gritan a los cuatro vientos, porque nos llegan al aire que respiramos y nos están ayudando a sentir que estamos vivos, que no nos han podido y que tenemos un largo camino por delante. ¡Democracia real ya!.
Carmen
9 years ago
Felicidades Carmina Fort por este brillante artículo donde expresas con meridiana claridad la situación que vivimos. Pero hay un párrafo que me ha calado especialmente en un momento en que hay tanta confusión acerca de si voto o no voto o lo hago en blanco o en color y es en el que dices textualmente: «Los partidos aceptan como mal menor que se vote a otras formaciones, pero que se vote, porque así se apuntala el modelo que les permite mantener las riendas, comprobar que se sigue apoyando la partitocracia, y maquillar con las promesas habituales lo que no tienen intención de hacer».
Porque me parece que asumir el mal menor es una posición cobarde y no estamos para tonterías, sino para verdaderas aventuras SIN MIEDO, como reza una de las pancartas de la puerta del sol.
Yo no pienso votar.
Carlos
9 years ago
Querida señora Fort, Su esfuerzo es necesario para poder soportar esta indignidad miserable en la que ha caído estrepitosamente la vida pública, pero incluso ante palabras tan alentadoras mi escepticismo es radical, y utizo esta palabra no sólo para indicar algo extremo sino para aludir a la raiz misma de la condición humana, que es de tal manera que convierte su escrito en un bonito ejercicio utópico que, en el mejor de los casos, resultará un agradable soplo de aire fresco en este bochornoso mundo de mentiras dominado por lo más bajo y mediocre de nuestra sociedad. Lamento tener que decir que yo tiré la toalla hace tiempo. Desconfío de cualquier movimiento revolucionario o salvador de la humanidad, precisamente porque, como usted también señala, éstos terminan siendo adueñados de la misma gentuza, que los utiliza para perpetuarse. «Cambiar todo para que todo siga igual.» Mire usted a los partidos trabajando denodadamnete para sumarse a la iniciativa o desmarcarse si esta no es favorable. Yo, sin embargo, pienso que aunque la democracia en sí misma es un sistema imperfecto, ha creado unas instituciones y unas leyes que serían más que suficientes para impedir esta indignidad. Sólo habría que conseguir que funcionaran, pero están regidas por seres humanos. Y así indefinidamente. En cualquier caso, bienvenida sea cualquier cosa que de luz a la trastienda asquerosa de este pais.
Alberto
9 years ago
Señor Carlos, permítame sugerirle que antes de usarlo trate de definir, para sí, ese confuso término «condición humana» que suele acoger cualquier desprecio hacia el ser humano.
Auriga
9 years ago
Las filas de los que empezaron hace meses el movimiento de «Democracia Real Ya», (ahora «Los Indignados»), con ilusión y deseos de un cambio social y político, se han visto engrosadas a última hora por grupos de dudoso pelaje, que, para no perder la oportunidad que ofrece el «a rio revuelto», … se han infiltrado entre los jóvenes que quieren ser Héroes y que la mayoría están en la edad de serlo.
A esta reunión, han faltado y se ha hechado de menos la presencia de los viejos, mal llamados jubilados o de la 3ª edad, cabreados por los recortes económicos, entre otras cosas, que los de «100 años de honrradez» les han afanado vilmente, desencantados por lo que en nuestra sociedad les estamos haciendo, arrinconándolos en «aparcaviejos» , convenciendoles de que tienen que hacer tai-chi, yoga, sevillanas y miga de pan en los ayuntamientos para estar mejor., y a la vez, condenándolos al olvido.
La presencia de estas personas en la multitudinaria concentración de Sol, posiblemente habría servido para que estos viejitos redimieran a sus carceleros y asi mismos de esa tropelía y desencanto a los que les estamos sometiendo.
He leído muchas pancartas que portan los manifestantes, … entre otras, … LA CULPA DE LA CRISIS ES DE LOS BANKEROS,… cuando está más claro que el agua, que la crisis nos la ha procurado el gobierno que ¿»gobierna» ? actualmente.
En esta Puerta del Sol circulan entre otros, los que proveen a los manifestantes de substancias báquicas y psicotrópicas con las que «animar» al personal a soportar la desidia y el tedio que procura la fría noche, vendedores de paraguas, oportunistas, facebookeros y twitteros de diversa índole, idealistas sin fuste ni traste o como se suele decir … sin 2 dedos de frente, que quieren hacerse oir a toda costa, aunque sus propuestas sean «delirantes» … y cachorros de un partido ignominioso, falso y estéril, si si los que dicen que «el fin justifica los medios», que ha llevado a la Matria España al casi-derrumbe.
Y entre toda esta marabunta humana, la Luz entre ellos, animando a los menos, que vivaqueando, sueñan con el deseo sincero de que las cosas en el Mundo, se transformen de verdad.
Olga
9 years ago
Desde Caracas y desando volver a la Puerta del Sol,aquí la gente dice que se ven identificados al ver que por fín la gente se mueve y manifiesta, la diferencia es que aquí muchos han muerto al hacerlo.
Enhorabuena por el movimiento que estáis creando!!
Ya basta de manipulación, somos responsables de permitirlo, este es el momento que tenemos para que las cosas cambien, aprovechémoslo!!
TRANSMITELO A TÚ ENTORNO.
Caminando
9 years ago
Efectivamente, Sol comienza a convertirse en un foro un tanto superficial en el que cualquiera con afán de protagonismo coge un megáfono y reclama derechos desde mi punto de vista de un modo infantil , sin pensar que quizá el primer paso para el cambio es plantear la renuncia a alguno de ellos, y es aclamado con palmas y vítores por una multitud. Pero, ¿dónde están los que tienen La Palabra? Yo no cero tenerla en absoluto, pero sí creo poder reconocerla si la escucho,confío en distinguirla de entre los discursos manidos y recurrentes que se quedan una vez más en la superficialidad de los conflictos, que se centran en nuestros intereses…
Soy quizá demasiado joven y , sí, tengo fé. Por favor, empiecen a hablar aquellos no tan jóvenes , no sé si sabios pero sí con experiencia y cierto conocimiento profundo que posibilite un cambio real o certero en parte. Yo espero en Sol a que esto llegue, o acudiré o otra convocatoria si surgiera. Caminando.
Inés
9 years ago
Es maravilloso que los jóvenes hayan explotado al fin, porque parecían resignados a un destino tan tristemente vegetativo como lo están los mayores. Sólo hacía falta una chispa para reventar el grano de la rabia, y se diría que en el gran saco de la estupidez de nuestros políticos no cabía siquiera la sospecha de que la chispa pudiera existir. Creían que hasta esto lo habían erradicado, supongo. Porque ¿cómo se explica si no la desfachatez de las sonrisas con que se dejaban ver en público y hacían declaraciones?. Apeándose satisfechos de sus carrozas reales dentro de sus trajes de mil euros, estirando los puños de sus camisas y sus faldas de novecientos, alzando sus barbillas prepotentes al cielo para hacerse la foto de familia sobre alfombras rojas tendidas por sus esclavos, seguramente les parecía que no se podía tocar un techo más alto. Ahora reciben cursillos urgenes de aplomo y hacen prácticas de lo aprendido aparentando que no pasa nada, y hasta han decidido que también pueden comprar el tiempo para borrar la escena del cambio, porque tienen mucho miedo. Algunos ya han dado pruebas muy evidentes de tenerlo.
Pero no sólo ellos tienen miedo, que también lo tienen los aspirantes a político, los admiradores del enriquecimiento rápido sin pasar por la cantera y los pensionistas de sopa boba, entre otros malos estudiantes de la vida. También lo tienen los que llaman sucios perroflautas a los acampados y no saben que una cosa es la higiene y otra la limpieza, una el jabón y la colonia y otra el trabajo personal para evolucionar. Todos, jóvenes y no jóvenes, necesitamos practicar la honradez y la coherencia para poder ponerle límites a este vivero de parásitos e impedir que continúe enajenando mentes y depredando bolsillos, porque los delitos de que acusamos a los políticos nunca hubieran podido cometerlos solos. Que si lo hiciésemos, hasta ellos acabarían agradeciéndolo.