A pesar de que los dos términos del título con frecuencia se contradicen; a pesar de que se llaman entre ustedes “señorías”, y han acabado creyendo que lo son; a pesar de que el país rebosa como excrementos de dones, excelentísimos, ilustrísimos, señorías, honorables, y otras hierbas, por cortesía de la ciudadanía, lo dejaremos así. Hasta que se erradiquen los bufones ennoblecidos. Pero, por favor, dejen de hablar de ustedes mismos; no utilicen los interminables y vacuos mítines para atacarse, hablen de lo que afecta a la vida de la gente, si es que alguien cree todavía que ustedes son la solución y no el problema. Estamos hartos de oírles airear los pecados del competidor, cuando todos están de barro hasta el cuello, y el hecho de que anuncien un compromiso de transparencia de sus bienes y de rechazo de la corrupción, evidencia que no han actuado hasta ahora con limpieza. Y todos llevan imputados en sus listas, quizá porque han delinquido para financiar ilegalmente a su propia formación, o porque manejan dosieres amenazadores para algunos, si son excluidos.
Tampoco olviden el detalle de que son los ciudadanos quienes con sus votos convierten a un partido en grande, pequeño o expulsado, y cesen en su empeño de jibarizarnos intelectualmente para perpetuarse. Se les acaba el tiempo del engaño, porque los tiempos, como canta Dylan, están cambiando.
Desde la tribuna de invitados del Congreso, Valle-Inclán exigía a gritos al orador pelmazo e impreciso, como son hoy todos: “Concreta, cabrón, concreta”. Pues eso.
SEÑORES POLÍTICOS
mayo 16th, 2011 → 2:56 pm
María
9 years ago
… Mientras tanto, mientras tanto ¡ay! mientras tanto,
los negros que sacan las escupideras,
los muchachos que tiemblan bajo el terror pálido de los directores,
las mujeres ahogadas en aceites minerales,
la muchedumbre de martillo, de violín o de nube,
ha de gritar aunque le estrellen los sesos en el muro,
ha de gritar frente a las cúpulas,
ha de gritar loca de fuego,
ha de gritar loca de nieve,
ha de gritar con la cabeza llena de escremento,
ha de gritar como todas las noches juntas,
ha de gritar con voz tan desgarrada
hasta que las ciudades tiemblen como niñas
y rompan las prisiones del aceite y la música,
porque queremos el pan nuestro de cada dia,
flor de aliso y perenne ternura desgranada,
porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra
que da sus frutos para todos.
FEDERICO GARCÍA LORCA
Oda «Grito hacia Roma»
POETA EN NUEVA YORK